tag:blogger.com,1999:blog-72845356379123685522024-02-20T16:07:18.082+01:00Habilidades de Comunicación en Medicina. "The Doctor"Se presentan reflexiones sobre la película "El Doctor". Alumnos de 6º curso de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla en las Practicas de la asignatura "Medicina Familiar y Comunitaria" y "Pediatría" de los alumnos de la Facultad de Medicina de Sevilla. Ed: Pablo Bonal Pitz, Francisco Campa Valera, Josefa Aguayo Maldonado y Ana María Moreno Fdez.Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.comBlogger110125tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-16253695969141119602012-05-27T13:44:00.001+02:002012-05-27T13:44:57.125+02:00Cuestión de principios, de humanidad, de amor…<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="color: black; font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="apple-style-span" style="font-size: 11pt; line-height: 17px;">La película me ha hecho reflexionar y tener aun más claro lo que siempre he pensado sobre la importancia del buen trato al paciente…</span><br /><span class="apple-style-span" style="font-size: 11pt; line-height: 17px;">Aunque sea ficción no es nada totalmente alejado de la realidad, si bien es verdad que muchos profesionales tienen una actitud ejemplar, no pocos actúan de forma inadecuada sacando a relucir una prepotencia y una despersonalización que debería ser incompatible con el ejercicio de la medicina…</span><br /><br /><span class="apple-style-span" style="font-size: 11pt; line-height: 17px;">Debemos tener en cuenta que el paciente es alguien que con sus circunstancias su pensamientos, su cultura, sus principio y su estructura vital, que se ve alterada y nos pide que nosotros gracias a nuestros conocimientos pongamos todo de nuestra parte para ayudarle, con esto quiero decir que el paciente confía en nosotros y lo último que debemos hacer es tirar por el suelo esa confianza tratándolo como a un número o como a una parte de su cuerpo que está enferma…</span><br /><br /><span class="apple-style-span" style="font-size: 11pt; line-height: 17px;">Hemos de tener en cuenta que lo importante en la consulta no somos nosotros los médicos, lo importante en la consulta es el paciente, eso nunca se nos puede olvidar, nosotros estamos ahí por y para él. Pero esta despersonalización o trato a distinta altura no es solo algo exclusivo de los médicos, son muchas las personas que creen que por su posición social o laboral están por encima de los demás, típica imagen, desgraciadamente, de algunos profesores que sacan a la luz una falsa superioridad sobre el alumno y le dan un trato lejano y a veces despectivo.</span><br /><br /><span class="apple-style-span" style="font-size: 11pt; line-height: 17px;">El problema seguramente sea de base, de educación, de no tener claro que todos somos iguales y nadie es superior a nadie, es absolutamente reprochable creerse superior a quien necesita nuestra ayuda, y no solo porque un día necesitaremos la ayuda de alguien, si no por principios, por humanidad, por amor…</span><br /><br /><span class="apple-style-span" style="font-size: 11pt; line-height: 17px;">Simplemente intentemos tratar a los demás de una forma correcta, sana y humana y esto no es nada relacionado con la medicina, es algo vital; el respeto, la humildad y el volcarse con los demás es de lo más necesitado en este mundo loco en el que cada uno va corriendo sin mirar alrededor, simplemente miramos a nosotros mismos, a nuestros pies y lo peor de todo es que después nos extraña que tropecemos/estemos tropezando una y otra vez…</span><br /><br /><span class="apple-style-span" style="font-size: 11pt; line-height: 17px;">Fran Carballido</span></span>
</div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-90310581911908687432012-03-06T22:06:00.001+01:002012-03-06T22:06:23.596+01:00No existen enfermedades, sino enfermos<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
No recuerdo quién era el autor de
esta frase, pero me parece una buena forma de resumir la película.
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El protagonista es un cirujano
que sólo se dedica a curar la enfermedad, sin tener en cuenta los sentimientos de
los pacientes. Se dice mucho que las especialidades quirúrgicas tienden más a
curar la enfermedad en sí, y que las médicas conllevan más un seguimiento más
detenido y prolongado del paciente. Mi opinión es que, en cierto modo, esto es
verdad, pero el cirujano nunca puede tratar al paciente como una máquina, sino
que debe tener siempre presente que es un ser humano. Por ejemplo, la
comunicación del padecimiento de un cáncer (como es el caso de la película)
debe hacerse con la más exquisita delicadeza y sensibilidad, ya que se trata de
una enfermedad grave y que muchas veces lleva asociada la muerte. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En la película, el médico se
siente despreciado cuando está en la situación de paciente. Recibe el mismo
trato que él les ha dado en multitud de ocasiones a sus enfermos, y esto le
hace reflexionar y cambiar su actitud en el futuro. Es decir, el cáncer de
laringe que sufre le hace adquirir una actitud de empatía para con sus
pacientes, algo que es fundamental en el ejercicio de la medicina. Esta actitud
es primordial en nuestra profesión, y creo que la película “El doctor” refleja
estupendamente lo que NO debemos hacer cuando ejerzamos. Es verdad que la
medicina es una profesión bastante bien pagada y apetecible para mucha gente en
este sentido, pero quien no sea capaz de tener empatía o quien infravalore la
situación o preocupaciones de sus pacientes, siempre puede dedicarse a otra
profesión en la que se trate con usuarios o clientes, no con personas enfermas…</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En definitiva, el paciente es
siempre un ser humano, con sentimientos, y debe ser tratado desde un punto de
vista biopsicosocial (modelo holístico). Esto es fundamental en Medicina de
Familia, especialidad que, por otro lado, es incompatible con un modelo
exclusivamente biológico. Ángel
Vélez Venegas, 6º Medicina, Hospital de Valme.<o:p></o:p></div>
</div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-28927231061134390312012-03-06T22:02:00.002+01:002012-03-06T22:02:53.574+01:00Cómo no ser<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
La película trata sobre el cambio de
punto de vista y sentimientos que sufre el protagonista al cambia su situación
de ser un médico cirujano a ser un paciente. Al inicio nos presenta el trato con sus
pacientes. La forma de dirigirse o referirse a ellos es jactanciosa, no le da
ninguna importancia al sufrimiento de los pacientes. De hecho, pienso que
realmente no es consciente de la existencia del mismo, creo que es incapaz de
sentir una mínima empatía hacia ellos.<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">A mi parecer en la película existen dos
puntos de inflexión. El primero de ellos es cuando el médico se convierte en
enfermo al ser diagnosticado de cáncer de laringe. A partir de este hito
empieza un proceso durante el cual sufre los mecanismos del sistema
hospitalario, así como el trato por su médica (nos lo plantean como similar al
que él ejerce sobre sus pacientes, pero en mi opinión no lo es tanto). El
segundo punto de inflexión lo marcaría cuando el protagonista realmente toma
conciencia de enfermo, del funcionamiento del hospital (pruebas, demoras,
esperas,...), del trato que recibe y del sufrimiento que todo esto le provoca;
y es a partir de ahí cuando se produce un cambia en su aptitud que se refleja
en el trato hacia sus pacientes. </span>Finalmente, podemos ver cómo el médico
toma conciencia de la realidad de los enfermos y se implica en la ayuda para
con ellos mucho más allá del trabajo técnico.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">En el grupo de estudiantes/residentes a
su cargo se identifican dos patrones extremos del profesional de la medicina:
uno sería como nuestro protagonista al inicio y el otro al final. </span>El personaje principal valora y reprocha
a uno y otro según se identifica en el principio o al fin de la película.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Considero que esta película refleja una
realidad que acostumbramos a ver en diferentes profesionales (las negativas y
las positivas) y que nos sirve como muestra para decidir qué tipo de
profesional queremos ser. </span>Es la segunda asignatura de la carrera en
la que vemos esta película y pienso que somos bastante afortunados por ello
pues es una forma de aprendizaje dinámica y útil que debería ser mucho más
aprovechada en la formación del sector sanitario en general y médicos en
particular.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Alumna
de 6º de Medicina en el Hospital de Valme. Promoción 2006 - 2012.<o:p></o:p></span></div>
</div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-35422586077103148882012-03-01T17:05:00.001+01:002012-03-01T17:12:33.967+01:00La enseñanza es el proceso le ha servido para rectificar, para darse cuenta de la importancia que tiene la empatía hacia los pacientes, escucharlos, entenderlos, ...<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Segoe UI","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">La película bascula sobre el cambio de
actitud de un médico extremadamente eficaz aunque inhumanamente insensible, el
doctor Jack McKee, cuya falta de respeto en el interior del quirófano, cuando
la vida de una persona pende de su mano, es a todas luces inadmisible. Su
inicial papel de “malo” queda mucho más marcado cuando actúa su compañero (“el
rabino”), que ha de soportar sus burlas por ejercer idéntica profesión desde lo
que para cualquiera podría ser la perspectiva acertada. Esta “perspectiva
adecuada” lo es, sin duda, porque escucha e informa a su paciente acerca de la
intervención que va a llevar a cabo, las intenciones que tiene, los riesgos, etc,
cuando éste se encuentra en un momento de máxima vulnerabilidad. Uno de los
primeros mensajes que nos brinda este filme es que el paciente no es un
espectador de la habilidad del médico, sino alguien a quien hay que hacer
partícipe en todo momento de la propia enfermedad. Es evidente la cuestión que
en este momento se pide valorar al espectador: la dualidad entre una actuación
profesional intachable atada a un comportamiento humano miserable o el papel
ligeramente más vano sostenido por una actitud incontablemente más humana. Para
no dar demasiados quebraderos de cabeza, esta disputa con trazas casi éticas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se facilita aplanando ligeramente los
personajes (simplificándolos en un principio en “el bueno” y “el malo”) y otorgando
al primero una labor más insignificante que al segundo (otorrino frente a
cirujano), de forma que las balanzas se equilibren.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Segoe UI","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">Como no podría forjarse un argumento sobre
una injusticia inexpugnable, algo ocurre que fuerza un cambio en el
protagonista. Una enfermedad convierte al cazador en presa y, vista como un
suceso casi de buena fortuna, provoca que el Dr. <span style="color: #131313;">MacKee,
comience a ver la medicina desde otro punto de vista, que no es sino el punto
de vista de todos los pacientes, el punto de vista desde el que todos los
médicos sin excepción, también los cirujanos, deben ver la medicina. Gracias a
esta providencial catarsis (a medias, pues el doctor sí que sufre la
enfermedad), pasará de ser un cirujano frío y distante, a ser un profesional
cercano y comprensible, y un buen padre y marido al mismo tiempo. El hecho de remarcar
que el inadecuado comportamiento del doctor se extiende también al hogar hace
al personaje aún más sencillo de catalogar.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: #131313; font-family: "Segoe UI","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">“Es peligroso encariñarse demasiado con los pacientes”, “no
conviene volcarse demasiado”, “la misión del cirujano es cortar: <span style="text-transform: uppercase;">entras, lo arreglas y te largas</span>” “más que
el cariño importa un corte”.</span></i><span style="color: #131313; font-family: "Segoe UI","sans-serif"; font-size: 10.0pt;"> Todas estas frases tan
publicitarias pronunciadas por el doctor parecen olvidársele cuando ya no es él
el que tiene que arreglar algo y largarse. Toda su historia cambia cuando
escucha: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“doctor, tiene usted un bulto,
un tumor laríngeo”.</i> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: #131313; font-family: "Segoe UI","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">Desde en una camilla y
vestido con un pijama de enfermo, desamparado en los pasillos del hospital
entre batas blancas, siente lo que sentían sus pacientes cuando se encontraban
bajo sus tan valiosas manos y se redime a sí mismo de su comportamiento
anterior.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: #131313; font-family: "Segoe UI","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">“El tumor es maligno, una lesión T2. Recomiendo radioterapia,
extirpándolo puede perder la voz”. Le he firmado el alta, procure no hablar,
hasta pronto”.</span></i><span style="color: #131313; font-family: "Segoe UI","sans-serif"; font-size: 10.0pt;"> Estas son, y no más, las palabras que le dirige su otorrino, la
doctora Leslie Abbot.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: #131313; font-family: "Segoe UI","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">Judh, o como el doctor la
apoda, “su amiga la valiente”, está diagnosticada de un tumor cerebral grado
IV. Quizás este grado podría ser más bajo si meses antes la hubieran escuchado y
prestado la atención suficiente, en lugar de haber soslayado evidente la necesidad
de realizar una resonancia. Pero no fue así, y no parece que ahora esa metedura
de mata tenga solución. Él sin embargo, parece ser más afortunado, su tumor no
se ha extendido a los ganglios linfáticos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: #131313; font-family: "Segoe UI","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">“El terminal, el moribundo de la <st1:metricconverter productid="1217”" w:st="on">1217”</st1:metricconverter>.</span></i><span style="color: #131313; font-family: "Segoe UI","sans-serif"; font-size: 10.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Es la nomenclatura que parece que el doctor MacKee</span><span style="font-family: "Segoe UI","sans-serif"; font-size: 10.0pt;"> <span style="color: #131313;">ha enseñado a sus residentes. No obstante, ahora que se
ha convertido en uno de ellos, no parece resultarle gracioso ni divertido, ni
para nada correcto dirigirse a un paciente de forma tan </span>fría. Es el
comienzo de un profundo cambio en su forma de ver la relación médico-paciente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: #131313; font-family: "Segoe UI","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">Siguiendo con la trama, la
radiación no parece hacerle efecto, y el tumor incluso ha aumentado de tamaño,
algo muy decepcionante, por lo que tendrá que operarse. El ahora paciente
MacKee sin embargo, no quiere que le opere la otorrina que ha tratado su caso
(pues no le pareció adecuada una actuación que él a todas luces hubiera hecho
parecer incluso correcta de haber sido él el médico y otro el paciente…), y
recurre entonces a aquel compañero, “el rabino”, al que criticaba y ofendía
cuando era simplemente el doctor y no un paciente, y en el que ahora confía. La
redención completa está próxima, pues con esta vuelta de tuerca el doctor queda
en visible deuda con su pasado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: #131313; font-family: "Segoe UI","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">La enseñanza es que el
proceso le ha servido para rectificar, para darse cuenta de la importancia que
tiene la empatía hacia los pacientes, escucharlos, entenderlos, ponernos en su
lugar, informarles, apoyarlos, a ellos y a sus familiares, hacerles partícipe
en todo momento de su enfermedad, y finalmente, y todo ello por supuesto, sin
dejar de lado la ejecución “física” de la tarea del doctor, esto es, sin dejar
de realizar una buena (en este caso) cirugía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: #131313; font-family: "Segoe UI","sans-serif"; font-size: 10.0pt;">La película, una cinta
eminentemente ética y con grandes dosis de moralidad, no hace sino volver sobre
la paradoja de que todo médico puede convertirse en paciente, y que, por lo
tanto, no hay que descuidar el trato con los “subordinados” (no en sentido
laboral sino de dependencia, el paciente, por situación puntual, se encuentra
generalmente subordinado o dependiente del médico), pues son, como cualquiera,
personas merecedoras de respeto. La necesidad de que un eminente doctor tenga
que sufrir una enfermedad para dejar de incurrir en lo que a primera vista
parece incluso un maltrato hacia los pacientes no hace más que cargar de razón
a ese destino igualador que ha convertido al verdugo en víctima.<o:p></o:p></span></div>
</div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-27187152517030801792012-02-27T10:36:00.001+01:002012-02-27T10:36:41.081+01:00Cuando llevamos cierto tiempo viendo las cosas desde detrás de una bata blanca acabamos percibiendo una realidad deformada (las sombras de la caverna, como diría Platón)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Me centraré particularmente en abordar los aspectos
relacionados con la relación médico-paciente que se ven a lo largo de toda la
película, ya que no pretendo hacer una crítica sobre el largometraje, sino
simplemente exponer mi punto de vista sobre este tema, dejando al margen
valoraciones técnicas sobre la producción.<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Tal y como vemos en las primeras escenas de la película, se
nos presenta a un doctor Jack MacKee de gran destreza técnica y profesional
pero en el que destaca la pésima relación que establece habitualmente con sus
pacientes (y que pregona jocosamente a sus residentes). Claro que se trata de
una interpretación, pero las situaciones que se ofrecen en el largometraje
podrían extrapolarse fácilmente a la realidad asistencial cotidiana. Es
indiscutible que la calidad de la relación médico-paciente se ve a veces
vulnerada, claro que existen causas externas a nosotros que influyen en ello
(la presión asistencial, el desarrollo de una medicina defensiva, el control
administrativo y la burocratización del trabajo médico, la elevada ratio a la
que se ve sometido el profesional sanitario, el nivel de exigencia por parte de
la propia sociedad, la actitud de algunos pacientes conflictivos…), sin embargo
también es cierto que en ocasiones dejamos que tomen participación en esto
ciertos factores internos (situaciones de contratransferencia, situación
personal y profesional, ambiente de trabajo, desarrollo de “Burn-Out”…). </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Por la propia naturaleza de la profesión médica, cualquier
acto que desarrollemos tiene repercusión directa en las personas, y por ende en
su salud. No solo se trata de la actitud clínica (entendiendo como tal el
diagnóstico, su pronóstico y terapéutica correspondiente), sino de una actitud
personal y humana que está inherente a la anterior y que supone la diferencia
entre una asistencia técnica y una atención médica. Sabemos de sobra que en el
complejo equilibrio entre la salud y la enfermedad influyen múltiples factores,
muchos de ellos de gran carga emotiva y personal, de modo que al actuar sobre
ellos también estamos influyendo en la evolución del paciente, y por supuesto
también de sus familiares. Pensar que el papel del médico se reduce a solventar
el cuadro clínico por el que nos llega el paciente es una visión muy
reduccionista del verdadero trabajo del facultativo, no solo por resultar
insuficiente para el manejo global del enfermo, sino porque de ser así nosotros
mismos tendremos que asumir que nuestras posibilidades terapéuticas son
francamente reducidas (como sabemos, somos incapaces de curar muchas de las
enfermedades que afectan a nuestros pacientes). </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La relación médico-paciente, no es solo una cuestión de
educación, empatía o asertividad, se trata de una realidad más que influye
enormemente en el manejo de cada caso. De hecho, a mayor gravedad de la
enfermedad, más importancia toma el contacto personal con el enfermo y sus
familiares y mayor es su influencia en su evolución. Posiblemente el propio
sistema asistencial (desde la formación de nuevos médicos hasta el contexto y
la situación de los facultativos en activo) no le da la importancia
correspondiente a este hecho; a veces incluso el propio sistema puede llegar a
suponer un impedimento al desarrollo de un trato apropiado del paciente (el
tipo de instalaciones, los límites de tiempo, las listas de espera, la
burocracia excesiva y poco eficaz, la falta de medios técnicos y humanos...). Y
a esto debemos sumar la pobre formación y concienciación que se infunde a los
estudiantes de Medicina sobre este aspecto, tema en el que se profundiza poco y
de forma poco efectiva (el desarrollo teórico de este tema es generalmente
insuficiente para comprender su importancia y para dotar de herramientas útiles
a los futuros médicos). </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Personalmente no me parece tan descabellado pensar en un
médico como el doctor Jack Mackee, alguien que sea profesionalmente muy bueno
pero que en el trato personal con las personas muestre notables carencias.
Cuando llevamos cierto tiempo viendo las cosas desde detrás de una bata blanca
acabamos percibiendo una realidad deformada (las sombras de la caverna, como
diría Platón), y a veces incluso podemos ser incapaces de entender la situación
personal de aquel que acude a nosotros. En ocasiones nos referimos a los
pacientes como una categoría especial de personas, un grupo al que se acceden
algunas personas y del que nos encontramos separados por alguna barrera. Una
concepción facilitada por un enfoque centrado en el abordaje de la enfermedad,
pero todavía no hemos sido capaces realmente de interiorizar aquella frase de
D. Gregorio Marañón “no hay enfermedades, si no enfermos”. A veces consideramos
ciertas peculiaridades de la persona como variables a considerar en el curso de
la enfermedad que estamos manejando, pero seguimos con la misma visión: nos
centramos en manejar a la enfermedad, y no al enfermo, y solo nos importan
aquellas circunstancias que afecten a la evolución de la misma, sin fijarnos a
veces en su repercusión sobre el paciente. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Todo esto se ve reflejado a lo largo de la película, en la
cual el protagonista experimenta en primera persona la realidad del paciente.
Es entonces cuando se descubre que su punto de vista no era tan cierto como él
pensaba, y poco a poco empieza a entender lo que realmente supone ser paciente
y lo que se espera, y se necesita, del médico en estas circunstancias. Promover
una correcta relación médico-paciente debería ser un objetivo primordial en la
formación de nuevos médicos y un fin que perseguir en los programas de formación
continuada, y en ambos casos es fundamental promover la comprensión de la
figura del paciente de forma más amplia que simplemente como aquel portador de
la enfermedad y el papel del médico más allá del manejo concreto de la
enfermedad en sí, entendiéndose el cuidado de la salud como un concepto mucho
más amplio, integrando la realidad social (especialmente la esfera familiar) y
la situación personal del paciente a lo largo del proceso asistencial. No se
trata solo de ofrecer un trato adecuado a nivel personal, sino una obligación
propia del oficio de la que se derivan efectos sobre la salud de aquellos a
quienes tratamos. FJFA Alumno 6º Medicina del HUV Valme.</div>
</div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-4885515479560228392012-02-27T10:22:00.000+01:002012-02-27T10:24:16.335+01:00Cuestión de principios, de humanidad, de amor…<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
La película me ha hecho reflexionar y tener aun más claro lo
que siempre he pensado sobre la importancia del buen trato al paciente… Aunque sea ficción no es nada totalmente alejado de la
realidad, si bien es verdad que muchos profesionales tienen una actitud ejemplar,
no pocos actúan de forma inadecuada sacando a relucir una prepotencia y una
despersonalización que debería ser incompatible con el ejercicio de la
medicina…<br />
<br />
<div class="MsoNormal">
Debemos tener en cuenta que el paciente es alguien que con
sus circunstancias su pensamientos, su cultura, sus principio y su estructura
vital, que se ve alterada y nos pide que nosotros gracias a nuestros
conocimientos pongamos todo de nuestra parte para ayudarle, con esto quiero
decir que el paciente confía en nosotros y lo último que debemos hacer es tirar
por el suelo esa confianza tratándolo como a un número o como a una parte de su
cuerpo que está enferma…<br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Hemos de tener en cuenta que lo importante en la consulta no
somos nosotros los médicos, lo importante en la consulta es el paciente, eso
nunca se nos puede olvidar, nosotros estamos ahí por y para él. Pero esta
despersonalización o trato a distinta altura no es solo algo exclusivo de los
médicos, son muchas las personas que creen que por su posición social o laboral
están por encima de los demás, típica imagen, desgraciadamente, de algunos
profesores que sacan a la luz una falsa superioridad sobre el alumno y le dan
un trato lejano y a veces despectivo.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El problema seguramente sea de base, de educación, de no
tener claro que todos somos iguales y nadie es superior a nadie, es
absolutamente reprochable creerse superior a quien necesita nuestra ayuda, y no
solo porque un día necesitaremos la ayuda de alguien, si no por principios, por
humanidad, por amor…</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Simplemente intentemos tratar a los demás de una forma
correcta, sana y humana y esto no es nada relacionado con la medicina, es algo
vital; el respeto, la humildad y el volcarse con los demás es de lo más
necesitado en este mundo loco en el que cada uno va corriendo sin mirar
alrededor, simplemente miramos a nosotros mismos, a nuestros pies y lo peor de
todo es que después nos extraña que tropecemos/estemos tropezando una y otra
vez…<br />
<a href="http://twitter.com/#!/Francarballido" target="_blank">Fran Carballido</a></div>
</div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-46978099570442358832012-02-27T10:18:00.000+01:002012-02-27T10:18:49.762+01:00Se limita a tratar la parte del cuerpo que parece enferma, pero sin el abordaje psicológico ni social, su intervención no es completa<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
La película trata uno de los grandes males que afectan a la profesión médica: la falta de humildad y el endiosamiento. Se nos presenta a un profesional que incumple la deontología médica de una forma velada y sin ningún tipo de reparo. Aprovecha el estatus social que le confiere el ser médico para engrandecer su ego, y ya de paso, alcanzar una suma de dividendos bastante respetable.<br />
<br />
El doctor, en ningún momento piensa en el paciente en todas sus dimensiones e intenta minimizar en todo momento la dolencia del paciente. Negar el auxilio al necesitado es una actitud incompatible del todo con un profesional del área sanitaria. Se limita a tratar la parte del cuerpo que parece enferma, pero sin el abordaje psicológico ni social, su intervención no es completa.
En la película, el protagonista tiene la oportunidad de ver de primera mano que el trato que el dispensaba, no era para nada el idóneo, cosa que le haría cambiar la actitud. Por desgracia, en la vida real, los médicos no van a tener siempre esta experiencia que podría marcarles casi como una epifanía moral.
Bien es cierto, que no todos los médicos son así ni mucho menos.<br />
<br />
Hay un gran número de profesionales que se preocupan por el estado global del paciente (el famoso, pero no menos cierto, bienestar biopsicosocial), que prestan ayuda siempre que sepan que va a ir en beneficio del paciente. No creo que sea cuestión de amar la profesión o la especialidad, lo cual también considero importante, sino de ser humano. El médico debe tener humanidad, ser sociable…es decir tener una serie de habilidades, que por supuesto también ira formando en el transcurso de su carrera profesional, pero que nunca deben ser apeadas a un segundo nivel, como por ejemplo detrás del conocimiento.<br />
<br />
¿Quiere decir esto que no hay médicos con falta de valores? Por supuesto. Y por ello creo que esta película es una buena forma de criticar este mal que está presente en nuestras consultas mas de lo que sería deseable. Pienso que igual que exigimos que se nos recete el antibiótico adecuado para superar con éxito una infección, también se nos debería dar el trato necesario para alcanzar ese ansiado bienestar físico, psíquico y social. Sergio Postigo Cruz. Estudiante 6º Medicina HUV Valme. Curso 2011/2012.</div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-13649880938948648322012-02-27T10:09:00.002+01:002012-02-27T10:09:50.845+01:00Un film que ningún profesional de la salud debería dejar de ver<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Tras ver “El doctor” es inevitable no considerar en algún
modo el tema de la relación médico-paciente. Desde mi punto de vista esta película
además de reflejar la historia de un médico, está hecha a la perfección para
que todos los que nos movemos en el ámbito de la salud aprendamos un poco de
ella.<br />
<div class="MsoNormal">
En mi opinión Jack, el protagonista, es el modelo de doctor
que se nos ha estado vendiendo durante mucho tiempo en los medios: un
especialista, que trabaja en un gran hospital rodeado de la mejor tecnología
existente y que maneja las técnicas quirúrgicas más punteras que nos podamos
imaginar. Es más un técnico que un
cirujano, él “entra, arregla, y se va” sin ni siquiera saber el nombre del usuario
que muerto de miedo y desesperanzado se encuentra debajo del campo donde se
encuentra operando. </div>
<div class="MsoNormal">
Si extravasamos esto a la vida real y tenemos en cuenta la
trayectoria de la medicina sobre todo en nuestro país es normal que todos
confiemos en la tecnología y en los nuevos avances, además no es infrecuente
que incluso estemos dispuestos a pagar desorbitadas cantidades de dinero en una
consulta privada para dar solución a un problema de salud basándonos en la
creencia de que si algo es más caro es mejor.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Sin embargo, esta tecnificación y
especialización médica está teniendo un alto coste a nivel de calidad
sanitaria. Está demostrado, que el nivel de salud de una comunidad que cuenta
con el máximo de recursos existentes aumenta hasta un determinado punto pero
llega el momento en el que por mucha tecnología que tengamos la sociedad no
mejora en mayor proporción. Por lo tanto, de aquí extraemos que el paciente no
es sólo su patología y que debe haber algo más que deteriore su calidad de
vida. Es aquí donde entra en juego lo humano, la empatía, la solidaridad con el
otro… detalles del quehacer cotidiano del médico que van a curar tanto o más
que el trasplante de cara más complejo. Es en este aspecto donde falla Jack y
tantos otros médicos como él que ejercen un modelo médico biológico en
detrimento de uno biopsicosocial.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La película “El doctor” cuenta una cura de humildad: nos
pone a un eminente cirujano en la sala de espera de un servicio de radioterapia
como uno más del rebaño tras ser diagnosticado de un cáncer laríngeo. Tras este suceso es impactante el cambio en
su manera de ejercer y en el trato con los que le rodean, se da cuenta de lo
valioso de la empatía y de saber aportar calor y apoyo en momentos de
desolación; empieza a implicarse con sus pacientes, a preocuparse por su
calidad de vida… comienza verdaderamente a ser médico. Al mismo tiempo se apoya
en otras personas que como él tienen un tumor y descubre lo espiritualmente
beneficioso de sentirse comprendido.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En mi opinión, es un film que ningún profesional de la salud
debería dejar de ver ya que además de entretener aporta una visión de conjunto
y unos valores que inducen a reflexionar sobre la manera de cómo estamos
haciendo las cosas y lo importante de una óptima relación interpersonal
médico-paciente en todos los sentidos. Mª De
Gracia Gómez Prieto 6º Valme</div>
</div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-9696895718933594812012-02-27T09:56:00.000+01:002012-02-27T09:56:49.114+01:00El ver esta película me ha llevado a confrontarme con los distintos modelos de relación medico paciente que he tenido la oportunidad de observar a lo largo de mis estudios de medicina<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Creo que en la película “El Doctor” encontramos una actitud
positiva muy clara al final de la misma. Cuando el doctor Mckee ha pasado por
el difícil proceso de enfermedad y ha comprendido cuales son los sentimientos
que experimenta un paciente. Es en ese momento, tras la vuelta al trabajo,
cuando le pide a sus residentes que pasen unas horas experimentando la
sensación por la que sus pacientes llegarán a pasar y así esto facilite en un
futuro la comprensión de que dichos pacientes merecen y refuercen la relación
médico- paciente basada en gran medida en la comprensión, la escucha activa y
la empatía.<br />
<div class="MsoNormal">
Desde el comienzo de la película podemos encontrar varia
actitudes negativas en la actuación del propio doctor McKee con sus pacientes,
pues como el dice llega, resuelve y se va, pero en ese proceso olvida que el
paciente es una persona que requiere un soporte emocional. Pero cabe destacar,
ya cuando es el propio doctor el que sufre la enfermedad, el momento en que la
doctora Abbot le comunica que tiene un tumor. Lo hace sin tener en cuenta la
situación emocional del paciente y evita, por el hecho de que este sea médico,
dar más explicaciones que un paciente en su situación requeriría para una mejor
comprensión de la enfermedad y además olvida en todo momento la necesaria
empatía para dar este tipo de noticias.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En esta película el gran dilema que se plantea es la
petición por parte de un compañero del doctor Mckee a este que declare en un
juicio a su favor. En un principio Mckee sin obtener más información pensaba
declarar para favorecer a su amigo. Tras el proceso de enfermedad el doctor
decide indagar en lo sucedido, y por lo hallado decide así mismo no apoyar a su
compañero y evitar un perjuicio moral al paciente. Aquí pues encontramos el dilema,
en el artículo 31 del código deontológico habla de que la confraternidad entre
los médicos es un deber primordial, atendiendo a esto el doctor debería
declarar a favor de su amigo, pero seguimos con la segunda parte del artículo
31 dice que sobre ella solo tiene precedencia los derechos de los pacientes.
Para respetar esto y viendo que el amigo del doctor ha actuado mal, se recoge
así mismo en el sexto punto del artículo 31, que denunciarlo no sería una falta
al código y además supondría atender al principio de no- maleficencia del
paciente.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El ver esta película me ha llevado a confrontarme con los
distintos modelos de relación medico paciente que he tenido la oportunidad de
observar a lo largo de mis estudios de medicina. Provenimos sin dudarlo de un
modelo paternalista que ha ido evolucionando con el paso de los años hacia un
modelo deliberativo que tiene en cuenta la autonomía del paciente. Aun hoy,
esta evolución se sigue viendo reflejada en los médicos que me he ido
encontrando como estudiante. Advierto pues, que ante estoy para un mejor
aprendizaje, he ido asociando los distintos modelos con los ejemplos médico que
me he encontrado en mi andadura como estudiante en diversos servicios. Sin dar
nombre, iré reflejando cuáles son las características que he percibido de cada
uno como representante de un modelo. Esto me ha ayudado a llegar a apreciar las
características que quiero tener de cada uno de los modelos y conformarme así
en una futura profesional de la medicina.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Los médicos paternalistas con los que me he encontrado, que
son aun bastante numerosos, se definen porque deciden, ejecutan, preguntan poco
e informan algo menos, teniendo poco en cuenta la autonomía de sus pacientes. Viendo
esto desde el lado negativo, pero del positivo hay que aprender de ellos que su
principal objetivo es la beneficencia del paciente.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El modelo de camaradería lo he encontrado cuando he dicho a
veces que estudio medicina. En este modelo he podido verme a veces reflejada,
pues a veces he creído que puedo supeditar mis conocimientos a mis habilidades
sociales, pero es necesario que me recuerde a mí misma que el equilibrio entre
la formación técnica y la humana es muy importante. Este tipo de médico tiene
una corta distancia terapéutica y a veces ha hecho que ciertos trámites, como
los protocolos, no vayan por el cauce normal. Sé que nuestra medicina se aleja
de la posición del médico contractual, pero son estos los que más predominan en
otros países. Estos siempre tienen una excesiva distancia terapéutica como
defensa y no cuestionan nunca tus decisiones. Como paciente es difícil sentir
que este tipo de médico te apoya en el proceso evolutivo de tu enfermedad.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Como último modelo me he encontrado también en el hospital
al médico deliberativo que para mí implica capacidad de escucha, una alta
formación y una consideración del paciente como un todo y que sabe en cada
momento regular la distancia terapéutica.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Me gustaría como futura profesional tener la capacidad para
adecuar mi modelo de relación clínica a las circunstancias de cada paciente,
así como saber equilibrar la adecuada distancia terapéutica. Como decía Pichón
Rivier hablando de la terapia de grupo y de la sensación que los pacientes
tenían dentro del mismo, hay quien está afiliado a un grupo y quien pertenece a
un grupo. Como médico espero que un paciente no se siente afiliado sino
perteneciente a la relación, que entienda que tan importante es él en la toma de
decisiones como lo será mi opinión. Por último espero tener la suficiente
capacidad de autocrítica para reconocer mis errores y que esto no suponga un
freno sino una motivación para mejorar en mi capacidad de comprensión del
paciente y el establecimiento de la relación con él. MLFS Alumna de Medicina FM de Sevilla</div>
</div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-60230339553241334812012-02-27T09:43:00.001+01:002012-02-27T09:43:54.041+01:00Aprendió más durante su enfermedad que en todos sus años de ejercicio profesional<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Es llamativo como esta película te hace
apreciar dos perspectivas, o mejor dicho tres: la visión del paciente, la
visión del médico y la visión de un medico como paciente. Al principio del film
aparece un doctor déspota, que trata a sus pacientes como objetos de trabajo e
incluso los ridiculiza. Da la sensación de creerse un superhombre por encima de
los demás y trasmite a sus alumnos que es el camino que deben llevar. Tan
metido en su trabajo incluso descuida a su mujer y su hijo.<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">El giro viene al
ser diagnosticado de cáncer. En un principio su propia prepotencia le impide
creerse el diagnóstico. Tiene que acudir a una especialista de su patología,
una médico otorrino, que resulta ser igual de fría y déspota con sus pacientes
que él. La médico lo trata como a cualquiera y no tiene consideración a la hora
de dar un diagnóstico. Sin rodeos, sin un ápice de empatía le dice directamente
que tiene un tumor en la laringe. El doctor es ingresado en el hospital sin
ningún trato de favor, en una habitación compartida e incluso le ponen un enema
por error. Vive en sus propias carnes el trato como paciente de su propio
hospital. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Durante la radioterapia vive la medicina desde la sala de espera y
comparte experiencias con enfermos de cáncer como él, especialmente con una
chica enferma con un tumor cerebral. Empieza a fascinarle la fuerza de aquella
chica y llega a convertirse en su mayor apoyo. Empieza a darse cuenta de cómo
ha sido todo este tiempo. Pretende ser el centro de atención en su casa y se
encuentra con que ni su mujer ni su hijo están para él todo lo que querría.
Empieza a valorar la vida y a darse cuenta de lo importante que es la
comunicación entre las personas. Más aún cuando no puede hablar tras ser
operado. Tiene que comunicarse con su mujer mediante una pizarra y un silbato.
A ella le supera la situación y él la necesita y se lo hace entender. La
primera frase que sale de su boca casi sin poder es un “te quiero” a su mujer. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Es magnífica la escena de cuando se reincorpora al trabajo. Como se ve en él un
cambio de actitud y hace a sus estudiantes ponerse en el papel de los enfermos,
sometiéndose a pruebas, pijamas ridículos, comida de hospital...el final te
deja la sensación de que este doctor aprendió más durante su enfermedad que en
todos sus años de ejercicio profesional. De la importancia del trato al
paciente. De que no es mejor médico el que mejor opera o el que más sabe, sino
que hay que saber escuchar y comprender la situación de cada uno. Ponerse en su
lugar y tratar con humanidad. </span>Encarnación Andújar Gutiérrez.</div>
</div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-88157031801158708012012-02-27T09:09:00.000+01:002012-02-27T09:09:41.031+01:00Las personas no sólo debemos de ser buenos profesionales, sino debemos crecer como personas, ser humanos y actuar teniendo en cuenta las circunstancias de los demás<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
En la película El Doctor podemos hacer una reflexión de como
las personas no sólo debemos de ser buenos profesionales, sino debemos crecer
como personas, ser humanos y actuar teniendo en cuenta las circunstancias de
los demás. En esta película vemos como un cirujano que actuaba solo
viendo objetivamente los problemas quirúrgicos y dándole solución, en su punto
máximo de éxito laboral y que presentaba una relación un poco desestructurada
con su familia, es diagnosticado de un cáncer de laringe.<br />
<div class="MsoNormal">
En ese momento su mundo su verá truncado, su papel en la
vida cambiará y pasará de ser el médico a ser el paciente. Donde aprenderá todo
lo que conlleva ese cambio, y a valorar las cosas de otra forma, dándose cuenta
de los errores que había cometido. Establecerá una relación con una paciente que le hará
conocer y ver la vida de otra manera ya no solo profesionalmente. Desde ese momento cambiará su forma de vivir, intentado de
encauzar su profesión dirigida a una mejora en la docencia, en la manera de
tratar a los pacientes y la visión de ellos viéndolos no solo como una lesión
que hay que darle una solución, sino como una persona envuelto en un contexto
social, cultural y religioso que presenta un problema de salud y al cual hay
que dirigirlo para un tratamiento de cura y beneficio. Alumna FM Sevilla</div>
</div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-40641259134560514352012-02-27T09:02:00.000+01:002012-02-27T09:02:04.618+01:00Médico y paciente: dos puntos de vista<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal">
La película “El Doctor” nos debe hacer reflexionar sobre
nuestra manera de actuar en un futuro no muy lejano, ya que para ejercer de
manera eficiente nuestra profesión no solo deberemos estar técnicamente
capacitados, sino que deberemos dominar y su vez exigirnos ciertas habilidades
sociales; trato con el paciente, comunicación,…</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El Dr. Jack MacKee, un brillante cirujano, no cumple con
esta segunda premisa, tratando a los pacientes que tiene a su cargo de manera
poco profesional y no situándose en ningún momento en su lugar. Cierto es que
esto último no es sencillo, pero pese a que el médico en muchos casos no ha
estado en la misma situación del paciente y por tanto no ha sentido ni vivido
lo mismo, debe intentar comprender al paciente. Es decir, no tiene que tratar
la enfermedad simplemente, sino que debería preocuparse por él, en la medida de
lo posible, situarse en su lugar. Estamos ante un punto clave, en la relación
médico-paciente, como es la empatía.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La visión y manera de actuar del Dr. MacKee cambia cuando le
diagnostican un cáncer y pasa a ser paciente de su propio hospital. Pronto se
da cuenta de que es un paciente más y de que no recibe preferencia alguna,
hecho que sin duda le irrita mucho. Esta percepción se fundamenta mediante el
frío trato que recibe por parte de su médica y las largas esperas y
procedimientos de registro a los que se ve obligado. Es aquí donde podemos
destacar uno de los momentos más emotivos de la película, cuando el paciente
Jack MacKee y June están esperando a que les den la nueva identificación y
Jack se queja de que le hacen perder su valioso tiempo de cirujano,
reprochándole June que es a ella a la que verdaderamente le están haciendo
perder el tiempo ya que le queda muy poco de vida.</div>
<div class="MsoNormal">
Ante esta situación el paciente MacKee comprende la gran
importancia que tiene la relación médico-paciente y lo beneficioso que es para
las dos partes una medicina asertiva frente a una medicina defensiva. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Es cierto que en la práctica real de la medicina, esta
actitud defensiva es generada por diversos factores: capacitación
insuficiente, falta o escasez de recursos (cuando se tienen que retrasar las
pruebas), contención de los gastos, miedo a la demanda del paciente por
negligencia y sobre todo el síndrome de burn-out o “agotamiento profesional”.
Los efectos de este último factor, que empobrecen la calidad de vida del
profesional que lo sufre e influye directamente en las personas que están a su
alrededor, que padecen su actitud apática y negativa, generando una
comunicación deficiente y poco asertiva, no solo se ponen de manifiesto con los
pacientes, sino en la propia familia MacKee.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La asertividad es por tanto otro de los puntos clave en la
relación médico-paciente. Mediante una adecuada comunicación con el paciente y
sus familiares, una actualización continua de los conocimientos, respeto sobre
los derechos de los pacientes y defensa de sus derechos como médico, se
conseguirá una actitud de seguridad, respeto y buena comunicación que
favorecerán la confianza del paciente y facilitarán la buena relación del
binomio.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Resumiendo, el profesional además de disponer de la
capacitación necesaria, debe establecer una comunicación asertiva y empática
con el paciente, de manera que le proporcione seguridad en sí mismo y a su vez
proporcione confianza y respaldo a un paciente que por su situación parte en
clara desventaja. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
</div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-9130161926298677332012-02-27T08:57:00.000+01:002012-02-27T09:02:34.722+01:00Todo médico se convierte en paciente un día<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
El Doctor Jack Mackee es un reputado cirujano, en el
quirófano realiza una función<br />
<div class="MsoNormal">
intachable, pero a la hora de tratar con los pacientes deja
mucho que desear. Las ideas que intenta transmitir a sus residentes no son las
más adecuadas, según él la misión de un cirujano es cortar, les dice
textualmente “entras, lo arreglas y te largas”, esto según mi punto de vista
muestra una forma errónea de protegerse, él prefiere no volcarse con los
pacientes, no encariñarse demasiado. En una escena, una paciente intenta
comentarle los problemas que tiene con su marido a causa de una cicatriz poco
estética que le ha dejado, y el cirujano lo único que hace es gastarle una
broma de mal gusto y marcharse.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En un momento dado, el rol del cirujano da un giro de ciento
ochenta grados, y se debe desafortunadamente al hecho de que le diagnostican un
tumor laríngeo. Ahora el paciente es él y tiene que vivir en su propia piel
todo el sufrimiento por el cual pasan los enfermos, no ya por la enfermedad que
padecen sino por el pésimo trato que reciben de los profesionales y del sistema
en general. La frialdad con la que lo trata su otorrinolaringóloga le abruma, al
entrar en la consulta ni siquiera lo saluda, luego le dice “tiene usted un bulto,
un tumor maligno, una lesión T2, recomiendo radioterapia, extirpándolo puede
perder la vez, le he firmado el alta, procure no hablar, hasta pronto”, ésta es
la única información que le proporciona y además no lo hace en el lugar más
idóneo, el compañero de habitación está justo al lado y se entera de todo. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El doctor Mackee no sabe cómo encajar esta nueva situación,
ahora tiene que aguantar la burocracia, los errores médicos, parece que pierde
el control de su vida y esto le pasa factura en su trabajo y en sus relaciones
familiares, intenta explicarle a su hijo lo que le pasa, pero lo hace con
palabras muy técnicas, no es capaz de adaptar su lenguaje.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Todo cambia, todo se ve diferente desde la nueva
perspectiva, la del paciente. Judh es un joven diagnosticada de un tumor
cerebral grado IV, esto podría haber sido un grado más bajo si se le hubiese
hecho caso en su debido momento, pero ahora es muy tarde y ya no hay vuelta
atrás, sin embargo ella parece llevarlo mucho mejor que el cirujano.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Una vez que el cirujano es operado y está recuperado oye que
uno de sus residentes habla de un paciente como “el terminal de la habitación
1217”, en este momento muestra su enfado diciéndole que durante toda la carrera
han tenido que aprender nombres en latín, listas interminables de fármacos y
que ahora no sean capaces de retener el nombre de un paciente era simplemente
penoso. Asimismo el doctor Jack Mackee somete a sus residentes a una prueba,
les pone a todos un pijama de pacientes y les asigna una determinada enfermedad,
y así deberán pasar por cada una de las pruebas diagnósticas que más tarde prescribirán
seguramente a sus pacientes, de esta forma podían saber lo que supone cada uno
de sus actos para los pacientes a los que atienden, también les recuerda a los
residentes que los pacientes tienen nombre, son personas que están asustadas,
vulnerables y que confían sus vidas a los médicos, por lo tanto qué menos que
llamarlos por su nombre, escucharlos, ponerse en su lugar, darles toda la
información necesaria, atenderlos tanto a ellos como a sus familiares, hacerles
partícipes de su enfermedad y por
supuesto, tratarles adecuadamente. Zineb Ahrazem Dfuf. 6º Medicina HUVV</div>
</div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-50768021570193406242012-02-27T08:40:00.000+01:002012-02-27T08:41:04.445+01:00Escuchar al paciente, compartir la información con él, atender tanto al paciente como a la familia, no frivolizar ni gastar bromas, respetar sus decisiones, y sobre todo ponerse en su lugar<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
La película nos muestra el drástico
cambio que se produce en la vida del protagonista cuando de médico pasa a
paciente al serle detectado un cáncer de laringe. La transformación de una
práctica de la medicina frívola, incluso deshumanizada, o cuanto menos, con una
falta absoluta de empatía a una praxis totalmente opuesta.<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Al comienzo, el protagonista (Jack,
cirujano cardiotorácico de éxito) se muestra, como ya he dicho antes, sin
empatía ninguna por los pacientes, toma su trabajo como una rutina, no escucha
ni atiende de forma adecuada a los pacientes, haciendo bromas constantes que
pueden resultar incluso ofensivas para los mismos y sus propios compañeros. Una
vez que se le diagnostica el cáncer se produce un cambio de rol, de médico a
enfermo, que al principio no acepta, mostrándose exigente e impaciente y
negándose a ser tratado como uno más. Más tarde, al sentirse incomprendido por
el personal que lo atiende y al entablar amistad con una joven que padece un
tumor cerebral empieza a experimentar lo que se siente en la piel de un
paciente, que deposita todos sus miedos y esperanzas en el médico y que se
siente vulnerable, desprotegido y privado de intimidad. Este cambio en su punto
de vista le lleva a enfrentarse con su compañero de trabajo al negarse a testificar
en juicio a su favor, ya que no estaba de acuerdo con el trato al que el
paciente denunciante había sido sometido. Finalmente, Jack consigue superar la
enfermedad y vuelve a su trabajo como un médico empático, que antepone los
intereses de los pacientes, escucha y no frivoliza. Además quiere transmitirlo
mediante la docencia a los residentes, haciéndoles adoptar el rol de enfermos
para lograr esta empatía hacia los pacientes, de la misma manera que él se hizo
con ella.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Por otro lado, la relación con su mujer
también sufre una transformación: antes del cáncer la comunicación en la pareja
era muy deficiente y superficial, y el protagonista había apartado a su esposa
de su vida en todos los aspectos, pero una vez llega la enfermedad ella hace
grandes esfuerzos por cambiar este aspecto, aunque no lo consigue hasta que
tienen un enfrentamiento que se produce durante el periodo tras la cirugía, en
el que no saben si va a volver a recuperar la voz. Llama la atención, que justo
en ese momento, en el que aparentemente, Jack tiene más dificultades para
expresarse de forma adecuada, acontece la conversación más importante para
ellos, que su pone un antes y un después en cuanto a la comunicación entre
ambos.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">La película, aunque me parece que ha
llevado a los extremos la actitud del protagonista de una forma un tanto
exagerada, me ha servido para entender las vivencias de un paciente oncológico,
su miedo, su incertidumbre, su frustración ante el trato al que es sometido en
ocasiones, así como la correcta actitud del médico ante los pacientes, que debe
ser la actitud mostrada al final de la película: escuchar al paciente, compartir
la información con él, atender tanto al paciente como a la familia, no
frivolizar ni gastar bromas, respetar sus decisiones, y sobre todo ponerse en
su lugar.</span><br />
<span lang="ES-TRAD"><br /></span><br />
<span lang="ES-TRAD">Alumna de Medicina</span></div>
</div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-84664276391582177362012-02-27T08:34:00.003+01:002012-02-27T08:35:22.010+01:00Todos seremos pacientes alguna vez<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
El protagonista de la película, el doctor Jack MacKee es un
cirujano seguro de sí mismo, con una excelente técnica quirúrgica. Sin embargo,
no podemos afirmar que sea un buen médico simplemente por poseer buenos resultados
en sus intervenciones. Muestra una gran falta de respeto en sus operaciones,
canta y escucha música con un volumen excesivamente elevado mientras trabaja, se
muestra frío y distante con sus pacientes y se burla tanto de ellos como de sus
compañeros. Cabe destacar a su compañero, al que él llama “el rabino”.
Este médico, especialista en otorrinolaringología, es una persona atenta con
sus pacientes, les explica la intervención con detenimiento, les escucha y atiende
correctamente; sin embargo es el objeto de constante burla de nuestro
protagonista.<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Sería interesante resaltar algunas frases que demuestran la
falta de empatía del doctor MacKee con sus pacientes: “Es peligroso encariñarse
demasiado con los pacientes”, “no conviene volcarse demasiado”, y en especial “la
misión del cirujano es cortar: entras, lo arreglas y te largas”. Sin embargo todo esto cambia en el momento en el que el
doctor MacKee es diagnosticado de cáncer de laringe por una doctora muy
parecida a él a la hora de trabajar. Esta doctora se limita a explorar a su paciente y pedirle
las pruebas necesarias, así como informarle de lo que le sucede sin ningún tipo
de tapujos, sin pensar en sus sentimientos ni en todo lo que está pasando.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
A partir de este momento, se da cuenta de lo duro que es
estar al otro lado. Se da cuenta de cómo se siente un paciente ante la espera
de los resultados de unas pruebas, ante la incertidumbre de un diagnóstico y no
sentirse escuchado ni arropado por su propio médico. A los estudiantes de
medicina a su cargo, y que él mismo ha enseñado, ya no les permite que
identifiquen a los enfermos como “el terminal” o como “el de la habitación
tal”, tal y como él mismo había hecho antes, ya no tolera bromas con los
pacientes.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
De esta forma, y gracias a la aparición de Judth, a la que él
llama “su amiga la valiente”, una enferma diagnosticada de cáncer cerebral en
estadio avanzado por una negligencia médica, descubre lo importante que es
luchar por la vida y no perder nunca la esperanza, así como lo vital que es
sentirse apoyado y arropado tanto por su familia como por el personal médico.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Por tanto, a la hora de contar con un cirujano para la
operación de su cáncer de laringe prefiere al otorrinolaringólogo al que
llamaba “el rabino”, un médico atento y amable con sus pacientes, antes que a
su doctora, que había sido fría y distante. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Por ello no debemos olvidar nunca que todos los médicos serán
pacientes en algún momento de su vida. Esta película es un magnífico manifiesto
de la importancia que tiene a la hora de ejercer la medicina no sólo poseer los
adecuados conocimientos teóricos y técnicos de la medicina y la cirugía, sino
que es vital a la hora de tratar a un paciente una actitud receptiva y empática
con todos y cada uno de nuestros pacientes. Esto es igual, si no más,
importante que todos los conocimientos adquiridos durante la carrera. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Alumna de 6º de la facultad de Medicina de Sevilla</div>
</div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-86562581871634709462012-02-26T21:43:00.000+01:002012-02-26T21:48:57.129+01:00“Lo que no quieras para ti, no lo quieras para los demás”<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
La
primera vez que vi esta película fue en segundo curso de la licenciatura, me
parecía que se salía un poco de la realidad, no me encontraría nunca un médico
como el Dr. Mackee, un médico que viese su profesión como un mecánico de coche
“entras, lo arreglas y te largas”, un médico que en la mesa de quirófano bromea sobre la
supervivencia del paciente, o que subestima la forma de trabajar de los
compañeros, en ese caso me refiero a la crítica del Dr. Mackee hacia el
otorrinolaringólogo, pues éste, en cada intervención le habla al paciente sobre
lo que está haciendo o le va informando de cómo evoluciona, aún estando bajo
los efectos de la anestesia. La película nos enseña a un médico que se ríe de
las dudas y preocupaciones de los pacientes porque a él le parece que no son
importantes. Hasta que desgraciadamente le toca ser “uno más” de ellos.<br />
<br />
Desde el momento en el que el Dr. Mackee
entra en el hospital siendo paciente, no médico, comienza a verse una evolución
en su forma de pensar y de actuar. Está viendo desde el otro lado cómo se
siente el paciente, comprende sus miedos, no sólo por padecer un cáncer de
laringe, si no porque el paciente de repente se encuentra en una habitación que
desconoce, casi desnudo, con personas desconocidas que van entrando o saliendo
y que casi sin presentarse le extraen sangre, cambian sondas… Vive desde fuera
cómo le sienta al paciente que no se
tenga en cuenta su opinión a la hora de elegir un tratamiento, que su historia
clínica sea conocida por otro médicos pero que el paciente no pueda explicar a
sus familiares qué es lo que padece porque o el médico no se ha parado a
informar al paciente, o no ha hecho todo lo posible para que el paciente lo
entendiese.<br />
<br />
Al volver a ver la película he
podido recordar algunos ejemplos de médicos reales que he conocido en prácticas
hospitalarias, prácticas que me han servido para saber cómo NO quiero ser,
igual que me han ofrecido la oportunidad de presenciar habilidades de
comunicación ejemplares. Por supuesto, no creo que la película refleje lo que
los pacientes encuentran todos los días en un hospital, pero no está de más que
de vez en cuando nos paremos a pensar cómo podríamos mejorar el ejercicio de la
medicina sin tener que padecer una enfermedad, si no teniendo la capacidad de
empatizar de una forma sincera con aquel que necesita ayuda. Como ya se ha
dicho, no es cuestión de ser médicos, si no personas.<br />
<br />
Las habilidades comunicativas, no es
algo que se enseñe en la carrera de Medicina, y aunque no estaría de más que se
hiciera, también debemos saber que no es un campo exclusivo de la Medicina,
sino que debe ser inherente a todos los seres humanos, partiendo de normas
morales que nos autoimpongamos. Existe un refrán que refleja la situación de
forma clara “Lo que no quieras para ti, no lo quieras para los demás”.<o:p></o:p><br />
M.T.M.R. 6º de Medicina. H.U.V. VALME. Curso 2011/2012.</div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-19439722034139371952012-02-26T21:24:00.002+01:002012-02-26T21:48:10.577+01:00Un cirujano en determinadas circunstancias tiene que ser frío y distanciarse emocionalmente porque si no ciertos aspectos de este trabajo no podrían realizarse<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
A veces
durante estos 6 años de carrera he echado de menos algo más de educación
médica. Es decir, que se nos enseñe de alguna manera a crear nuestros propios
valores y razonamientos que nos hagan enfrentarnos a las situaciones difíciles
de la vida diaria. Pienso que las películas son un material excelente para
estos fines, además si se nos manda verla como trabajo extra para casa nos
servirá como disfrute personal y una manera de relajarnos, frente a tantas
horas de biblioteca y tardes con libros y apuntes.<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Esta
película invita a la reflexión en numerosos aspectos siendo el tema central la
relación médico paciente, además de la vida de los médicos aparte del lugar de
trabajo, y las relaciones con la familia, los compañeros de trabajo y sobre
todo, de cómo nos relacionamos con la muerte<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<u><span lang="ES-TRAD"><br /></span></u></div>
<div class="MsoNormal">
<u><span lang="ES-TRAD">Sobre
la relación con los enfermos:<o:p></o:p></span></u></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Quisiera
destacar que, es curioso como este personaje, al igual que muchos médicos, no
conoce realmente el día a día de los enfermos a los que trata. Pienso que esto
es muy común porque si un médico se pone enfermo suele hacer consultas “de
pasillo” a otros compañeros, sin sufrir los tiempos de esperas, la frialdad en
la que a veces se cae en el trato y la ausencia de la percepción de que la
persona que acude a nosotros lo hace porque esta enferma y sobre todo, tiene
miedo. Creo que el Dr. Jack MacKee realmente no era mala persona como sin duda
habrán pensado muchos, sino que vivía en una especie de “burbuja” a la que
antes me he referido. Y en su caso es más duro darse cuenta de que son los
médicos que él conoce y a los que se parece le den este trato tan
incómodo. Pienso a veces a los médicos
se nos olvida la importancia de lo que significa el sentirse enfermo. No
debemos esperar a tener una enfermedad grave para que nos cambie la mente como
pasa en la película o a conocer a gente enferma. Hemos de cambiarla mentalidad
desde ya, para poder practicar la mejor medicina que esté en nuestras manos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<u><span lang="ES-TRAD"><br /></span></u></div>
<div class="MsoNormal">
<u><span lang="ES-TRAD">Sobre
la relación con la muerte:<o:p></o:p></span></u></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Trabajamos
con ella todos los días y de esa forma ocurre un efecto paradójico: nos
acostumbramos a ella, la vemos natural y por ello muchas veces nos alejamos de
lo que verdaderamente implica. Se ve todo muy diferente cuando lo que pende de
un hilo es la propia vida. Es llamativa su fase de negación y de rabia respecto
a su enfermedad, porque él es una persona que desde mi opinión se niega a reconocer que tiene miedo. La relación que
tiene con la muerte su amiga June Ellis es lo que le hace reaccionar. Vuelvo a
decir como en el caso anterior; es importante comprender cómo nuestros
pacientes viven la proximidad de muerte y cómo se relacionan con ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p></span> </div>
<div class="MsoNormal">
<u><span lang="ES-TRAD">Sobre
el cirujano:<o:p></o:p></span></u></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Yo me quiero
dedicar a la cirugía y pienso que un cirujano tiene que ser frío y distanciarse
emocionalmente porque si no ciertos aspectos de este trabajo no podrían
realizarse. Me remito a un ejemplo práctico: si te llega una persona en
urgencias con el cuello sangrándole por un degüello accidental, debemos
conservar la calma, distanciarnos emocionalmente de la situación y proceder a
encontrar las arterias importantes que están sangrando para clamparlas y así
salvar la vida de esta persona. Para llegar a este estado es importante pensar
que “el cuello que está sangrando no es el mío” y así nos disminuirá nuestra
propia frecuencia cardiaca. Muchos
pensarán que esto no es muy noble, pero yo creo que el distanciamiento
emocional del paciente y el cirujano es cuanto menos, imprescindible. Sin embargo
en este punto hay mucha gente que lo entiende mal: esto sólo ha de producirse
en el quirófano y en las urgencias como en el caso anterior. El resto del
tiempo, que es la consulta, la planta y por supuesto el día a día, ha de ser
todo lo contrario, pues para hacer una buena cirugía es igual de importante
(sino más) ser un buen médico. Es imprescindible aliviar el dolor y la
enfermedad y para ello hemos de pensar en las emociones de nuestros pacientes. <a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=7284535637912368552" name="_GoBack"></a>Así mismo lograr que confíen en nosotros para que disminuya
su miedo y proporcionarle la información necesaria para hacer más llevadero ese
trance<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Propongo
a la facultad la introducción de películas de este tipo intercaladas con los
contenidos de las diversas materias para favorecer nuestro crecimiento ético a
la vez que nuestros conocimientos técnicos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span lang="ES-TRAD">MARÍA JOSÉ BONOMI BARBY<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span lang="ES-TRAD">6º MEDICINA, HOSPITAL DE VALME</span></div>
<br /></div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-69794369202679810402012-02-26T21:15:00.002+01:002012-02-26T21:15:30.440+01:00“The doctor”, película que todo médico ha de ver y aprender de ella<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 16px; line-height: 18px;">La película se centra en la figura del doctor Mac
Kee, prestigioso cirujano que pasa, al ser diagnosticado de una grave
enfermedad, de cirujano soberbio que apenas le da importancia al cuidado del
paciente y de preocuparse en tratarlo como una persona, a un paciente más
dentro de un sistema sanitario que él ha creado y en el cual no tiene en cuenta
un gran factor en la curación de sus pacientes, la “persona” en su totalidad.
Esto le hace ver las cosas desde un punto de vista diferente, desde el punto de
vista del paciente, y hace que cambie gran cantidad de pensamientos, no solo
sobre su trabajo, sino también sobre su familia, familia a la que tiene
abandonada. Se da cuenta de que el sistema no es tan eficaz como él creía y que
ha de cambiar muchas cosas. En este proceso de cambio destaca la figura de
June, paciente que la hace ver las cosas desde un punto de vista más humano. Me
parece extraordinaria la frase del doctor Mac Kee, al final de la película,
cuando dice que aprendamos que los pacientes tienen nombre y nos confían sus
vidas para ayudarles a seguir para delante.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Película que se ha de poner a los estudiantes de 1º
de medicina, y a algunos médicos en ejercicio, para aprender algo realmente
importante en la actividad sanitaria, la buena relación médico-paciente, cómo
tratar a un paciente en su totalidad y no sólo centrarnos en que es una
enfermedad. Película que te hace ver que para ser un buen médico hace falta
algo más que tener grandes conocimientos sobre medicina, ser mejor persona.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Gran película la que nos ha aconsejado el doctor
Bonal, espero que me sirva de lección y que no tenga el gran error de tratar a
los pacientes como enfermedades, sino como personas en su totalidad. Ser un
buen médico conlleva tener grandes conocimientos sobre medicina, pero sobre
todo ser mejor persona.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Estudiante de 6º de medicina.<o:p></o:p></span></div>
</div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-83528790701808548752012-02-26T21:09:00.004+01:002012-02-26T21:09:35.312+01:00<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">El ver esta película te hace reflexionar acerca del pilar fundamental
sobre el que se sustenta la Medicina, que es la razón por la que su existencia
adquiere sentido: el paciente. El paciente no es solo un número de historia, o
un órgano aislado y defectuoso que hay que reparar, ni siquiera es un cliente
que recibe un servicio y se va. El paciente es una persona, como también lo es
el médico que le atiende, y como tal, tiene inquietudes, siente angustia y
miedo ante la nueva situación en la que se encuentra a causa de una enfermedad,
no sabe qué va a ser de él… y acude al médico buscando no solo el volver a
gozar de una salud física, sino también respuestas, consuelo, comprensión y un
poco de humanidad. Es por ello, que destaco una frase de la película, repetida
en varias ocasiones por el protagonista, que contradice todo lo comentado:
“Entras, lo arreglas y te vas”. Esa actitud va en contra de toda ética y moral,
no solo profesional, sino también humana. No somos mecánicos que reparamos un
motor, sino que atendemos (en el más amplio sentido de la palabra) a personas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">He de comentar también sobre esta película, que no estoy de acuerdo con
que se generalice tanto esta actitud en los médicos, pues por suerte, en la
vida real, hay muchísimos que son grandes profesionales, y mejores personas,
que aman su labor y a aquellos por los que llevan a cabo dicha labor. Además,
esta película contiene una visión muy <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Escotomizaci%C3%B3n" target="_blank">escotomizada</a>, pues solo presenta al
médico deshumanizado, sin dejar constancia de la presión asistencial,
administrativa y burocrática a la que se enfrentan cada día los profesionales,
ni de la cantidad de obstáculos que solventan en cada una de sus actividades,
pudiendo crear una idea errónea sobre ellos en sus pacientes. Por otra parte,
esto nos lleva a plantearnos hasta qué punto un médico debe involucrarse y
hacer suyos los problemas de los cientos de pacientes que pasan por sus manos…
supongo que es todo un arte el encontrar el término medio en el buen quehacer
del médico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">Resulta muy interesante ver la evolución del personaje principal, desde
su situación de médico distante, que minimiza y prácticamente se mofa de las
desgracias de los pacientes, hasta la posición de profesional cercano,
comprensivo y amigo, fruto de la vivencia en primera persona de cada uno de los
padecimientos de los pacientes. Empezando por la propia enfermedad, los
sentimientos a flor de piel, las dudas, temores, relación con la familia y con
el médico…continuando por las esperas interminables para ser atendidos o
conocer el resultado de una prueba (con la angustia que ello conlleva), la
cumplimentación de papeleo y burocracia una y otra vez, los errores médicos, la
decepción de un tratamiento que no funciona, la incertidumbre ante el resultado
incierto que una intervención puede tener sobre la calidad de vida propia… y
terminando por un sentimiento de soledad… soledad en una sala de espera, en el
interior de un escáner, en una habitación… soledad ante la enfermedad, que solo
puede compartir con alguien con un padecimiento similar al suyo (en este caso,
su amiga June). Todo este mar de vivencias, le hicieron ponerse en el lugar del
otro y cambiar su filosofía de trabajo y de vida… cosa que trataba de mostrar a
los estudiantes al final de la película, haciéndolos vivir esta situación en su
propia piel, pues nadie escarmienta en cabeza ajena…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";">Por último, subrayar dos palabras de boca del doctor, cuando le plantean
cambiar el tratamiento, contando con la opinión de dos facultativos, y él
expresa: “Y conmigo”… Para mí, esto es primordial, pues no podemos creernos
dueños y señores de las vidas de los demás… sus vidas son suyas… nosotros no
podemos hacer otra cosa que orientarles y ofrecerles todo lo que esté en
nuestra mano para ayudarles… pero la última palabra sobre la toma de una
decisión la tiene el paciente, que es el principio y el fin del porqué de la
Medicina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mª del Mar Moreno Galera</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Estudiante 6º Medicina H.U.V.
Valme </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Curso 2011/2012</div>
<br />
<br />
<br /></div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-31921349144194533322012-02-16T11:16:00.005+01:002012-02-16T11:16:48.909+01:00Cuestión de principios, de humanidad, de amor…<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
La película me ha hecho reflexionar y tener aun
más claro lo que siempre he pensado sobre la importancia del buen trato al
paciente… Aunque sea ficción no es nada totalmente alejado
de la realidad, si bien es verdad que muchos profesionales tienen una actitud
ejemplar, no pocos actúan de forma inadecuada sacando a relucir una prepotencia
y una despersonalización que debería ser incompatible con el ejercicio de la
medicina…<br />
<br />
Debemos tener en cuenta que el paciente es alguien
que con sus circunstancias su pensamientos, su cultura, sus principio y su
estructura vital, que se ve alterada y nos pide que nosotros gracias a nuestros
conocimientos pongamos todo de nuestra parte para ayudarle, con esto quiero
decir que el paciente confía en nosotros y lo último que debemos hacer es tirar
por el suelo esa confianza tratándolo como a un número o como a una parte de su
cuerpo que está enferma…<br />
<br />
Hemos de tener en cuenta que lo importante en la
consulta no somos nosotros los médicos, lo importante en la consulta es el
paciente, eso nunca se nos puede olvidar, nosotros estamos ahí por y para él.
Pero esta despersonalización o trato a distinta altura no es solo algo
exclusivo de los médicos, son muchas las personas que creen que por su posición
social o laboral están por encima de los demás, típica imagen,
desgraciadamente, de algunos profesores que sacan a la luz una falsa
superioridad sobre el alumno y le dan un trato lejano y a veces despectivo. El problema seguramente sea de base, de educación,
de no tener claro que todos somos iguales y nadie es superior a nadie, es
absolutamente reprochable creerse superior a quien necesita nuestra ayuda, y no
solo porque un día necesitaremos la ayuda de alguien, si no por principios, por
humanidad, por amor…<br />
<br />
Simplemente intentemos tratar a los demás de una
forma correcta, sana y humana y esto no es nada relacionado con la medicina, es
algo vital; el respeto, la humildad y el volcarse con los demás es de lo más
necesitado en este mundo loco en el que cada uno va corriendo sin mirar alrededor,
simplemente miramos a nosotros mismos, a nuestros pies y lo peor de todo es que
después nos extraña que tropecemos/estemos tropezando una y otra vez.<br />
<br />
Fran Carballido</div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-61770608144967971912011-11-11T18:03:00.000+01:002011-11-11T18:13:57.927+01:00Demasiado extremista y novelada buscando la crítica fácil y obvia<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Al comienzo de la película recordé una escena vista en otra película donde una cirujana cuestionaba la profesionalidad de una anatomopatóloga y esta respondía diciéndole: “Crees que todos queríamos ser cirujanos al iniciar la carrera y porque no obtuvimos nota acabamos siendo otra cosa”, eso fue lo que pensé al observar al protagonista en la escena inicial en la operación y en su relación con el otorrinolaringólogo (el rabino). Ambas escenas son de película y aunque como en toda profesión hay excepciones, no creo que sea un fiel reflejo de la realidad, más bien llevar al extremo todos los roles de los personajes No es que no esté de acuerdo con el mensaje de la película, sólo que me parece demasiado extremista y novelada buscando la crítica fácil y obvia: ni los buenos son tan buenos, ni los malos los más malos del lugar
Con los años, la presión y la rutina, el médico se profesionaliza y se comporta como un trabajador distante, olvidando lo más característico de nuestra profesión: “tratamos con personas, nuestro objeto es el ser humano”.
Pero a menudo en el hospital veo ejemplos de médicos enamorados de su profesión, que se han sacrificado mucho para conseguirlo, que no han sido estudiantes normales, ni maridos/esposas normales porque tuvieron que anteponer el trabajo a otras cosas en muchas ocasiones y eso me aleja de la opinión general de que “todos los médicos son iguales””se pasean por el pasillo perdonando vidas con sus batas blancas”
Me repito, acepto el mensaje y la crítica de la película, sería muy autosuficiente por mi parte pensar que todo está bien pero no caigamos en el tópico fácil y recurrente, analicemos el problema a fondo.
</div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-64195612138940776132011-02-15T20:17:00.000+01:002011-02-15T20:17:59.681+01:00La película "El Doctor" aborda diferentes aspectos de la relación-médico paciente, no sólo los que afectan al ámbito de la comunicación, sino a la Bioética, en general.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px;">La película "El Doctor" aborda diferentes aspectos de la relación-médico paciente, no sólo los que afectan al ámbito de la comunicación, sino a la Bioética, en general.<br style="clear: left;" /><br style="clear: left;" />Un factor fundamental para que la película abarque tantos temas es el sistema de cuidados de Estados Unidos, en el que el paciente, pasa a ser más bien un usuario. La palabra paciente contiene unas connotaciones de relación para con el médico que no tiene la palabra usuario. De esto es de lo que el Dr. MacKee se hace plenamente consciente durante su convalecencia. Él pasa a ser el ser al que tratan como uno más, cuando un paciente, ni de lejos, es uno más.<br style="clear: left;" /><br style="clear: left;" />Por supuesto, quedan claramente de manifiesto los déficits de comuniación que se pueden dar. Un ejemplo claro es cuando la Otorrino decide el día de la operación del Dr. MacKee con él allí delante, pero hablando por teléfono como si no estuviera presente. En contraposición, tenemos a "El Rabino" que habla a sus pacientes mientras están anestesiados. Son dos extremos que difícilmente encontraremos en la clínica real, donde las actitudes son más sutiles, pero sirven perfectamente para ilustrar el objeto de conflicto.<br style="clear: left;" /><br style="clear: left;" />Pero la película no deja escapar un detalle. No sólo muestra a médicos poco comunicativos, sino a pacientes hostiles, como es el Dr. MacKee, algo que en nuestra práctica diaria encontraremos con cierta regularidad. En el otro lado, está la amiga del doctor, que ya ha aceptado su enfermedad y ayuda a nuestro médico a aceptarla. Aquí se pone de manifiesto el valor de los grupos de ayuda que los pacientes pueden constituir y que las administraciones deben apoyar.<br style="clear: left;" /><br style="clear: left;" />Aborda también otros temas más tangenciales: cuando el compañero le pide que haga un peritaje falso, cuando enseña a los residentes hablando de forma despótica de los pacientes (algo que cambia cuando él se pone enfermo), etc.<br style="clear: left;" /><br style="clear: left;" />En definitiva, película altamente útil para tratar casi cualquier aspecto de la relación clínica.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 13px;">JARC.</span></div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-22821193695154746492011-01-23T21:21:00.003+01:002011-01-23T21:23:38.200+01:00La excesiva tecnificación de algunas especialidades y el auge de nuevas “subespecializaciones” y de nuevos métodos diagnósticos y de tratamiento, muchas veces aleja al profesional médico de realmente serlo<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Calibri; font-size: 15px;">Al Dr. MacKee no le falta de nada para ser feliz (eso piensa él). Tiene su título de cirujano, una casa lujosa, una mujer e hijo, incluso prestigio en su hospital; piensa que su prosperidad será un continuo a lo largo de su vida. Lo único que le preocupa es mantener su status por encima de sus compañeros; se alimenta constantemente de su egocentrismo. Es una persona arrogante y totalmente carente de empatía con todo lo que le rodea. Lo que él no sabe es las consecuencias que causa al distanciarse emocionalmente de sus pacientes y de su profesión, de sus compañeros de trabajo, e incluso de su familia.</span><br />
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</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Calibri; font-size: 11pt;">Pero la vida siempre te enseña algo. Un cáncer de laringe diagnosticado de forma inesperada hace que le de un vuelco su vida. El exitoso cirujano pasa a ser un paciente más del hospital. Tanto le cuesta aceptarlo, que sigue utilizando sus herramientas personales con el personal sanitario: quejas, falta de aceptación e intransigencias dan color a su nueva situación.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Calibri; font-size: 11pt;">Poco a poco, va admitiendo su rol de enfermo, y empieza a sufrir en sus propias carnes situaciones y sentimientos que él ni si quiera hubiera imaginado desde sus lentes deshumanizadas. Ahora, sus compañeros son pacientes de oncología. Su pronóstico no es todo lo bueno que él quisiese. Sin embargo, le llegan algunas muestras de cariño y de cercanía por parte del personal sanitario. Gracias a todo ello descubre un nuevo punto de vista sobre la vida; sabe lo que es sufrir y sentirse indefenso e impotente.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Calibri; font-size: 11pt;">Su nueva experiencia hace que empiece a valorar lo importante que es atender el carisma de los pacientes de forma empática. Ha sentido las necesidades que un paciente tiene y ha sufrido para poder salvar su enfermedad con el mejor desenlace posible. Esta nueva conciencia hasta le repercute positivamente en el trato con su familia. Es consciente de lo lejos que estaba de ser un buen médico, y, para enmendar sus errores, trata de enseñarles a sus residentes todo lo aprendido desde su experiencia como paciente.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Calibri; font-size: 11pt;">La historia del cirujano Jack MacKee es un claro ejemplo de una buena porción de consecuencias que la despersonalización <st1:personname productid="de la medicina" w:st="on">de la medicina</st1:personname> puede causar. La excesiva tecnificación de algunas especialidades y el auge de nuevas “subespecializaciones” y de nuevos métodos diagnósticos y de tratamiento, muchas veces aleja al profesional médico de realmente serlo. Nunca podemos olvidar que tratamos con personas, que no somos meros técnicos de reparación de una enfermedad aislada. La enfermedad se encuentra dentro en un contexto llamado persona, la que a su vez <st1:personname productid="se haya" w:st="on">se haya</st1:personname> dentro de un marco constituido por situaciones personales y ambientales, emociones y sentimientos; si nos olvidamos de ello, difícilmente podremos considerarnos profesionales médicos, puesto que nos faltaría lo más importante para serlo: ser “humanos”.<o:p></o:p></span></div></div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-34252765931233702102011-01-23T20:43:00.000+01:002011-01-23T20:43:45.861+01:00Excelente la manera de situar al médico en el papel del paciente y, a su vez, poder ver su evolución de la enfermedad… la “humanización” de su persona y su medicina<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><br />
<div class="MsoNormal"><span style="font-family: Calibri; font-size: 11.0pt; line-height: 115%;">La película tiene como tema principal la relación médico-paciente. A lo largo de ella, se analizará este tema desde tres perspectivas diferentes a través de la figura del protagonista, el doctor MacKee, reconocido cirujano del hospital en el que trabaja. Éste promulga la necesidad de distanciarse emocionalmente de los pacientes y aconseja a sus residentes a que sigan esta práctica. Incluso va un paso más allá descuidando las formas de trato al paciente, el tacto a la hora de tratar sus enfermedades.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Calibri; font-size: 11.0pt; line-height: 115%;">Sin embargo, todo cambia cuando al doctor se le diagnostica un carcinoma de laringe. Esto hace que, por primera vez, tenga que enfrentarse a su papel como paciente. Es en esta etapa cuando descubre los sentimientos del éstos ante una enfermedad: miedos, inseguridades, esperanza... así como los fallos del sistema: la relación con el médico, el exceso de burocracia, las negligencias… Además, será durante el curso de su tratamiento cuando conozca a June, una joven que padece un tumor cerebral y que le hará replantearse su forma de enfrentarse a la vida.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Calibri; font-size: 11.0pt; line-height: 115%;">Todo el paso por su enfermedad le hace cambiar el trato con sus pacientes. Será tras esta nueva experiencia para él, cuando perciba la necesidad de conocer al ser humano que tiene delante para poder tratarlo. Como el mismo protagonista afirma: “el paciente confía su vida al médico”, de ahí, la necesidad y responsabilidad de preocuparse por él y de empatizar tanto con su paciente, como con su situación personal.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><span style="font-family: Calibri; font-size: 11.0pt; line-height: 115%;">Por último, sólo comentar que me ha parecido excelente la manera de situar al médico en el papel del paciente y, a su vez, poder ver su evolución de la enfermedad… la “humanización” de su persona y su medicina.<o:p></o:p></span></div></div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7284535637912368552.post-21873930580449714892011-01-23T20:17:00.001+01:002011-01-23T20:17:58.633+01:00¿Se le puede pedir a un simple ser humano que cargue con la presión de las desgracias de miles de pacientes?<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">Un doctor con un nivel económico y social acorde a su estatus y una vida aparentemente plena vive su vida de manera superficial y fría. Sin embargo, pasado un tiempo descubre que tiene un tumor maligno (cáncer) en las cuerdas vocales. En el momento en el que el deja de impartir clases, ejercer su profesión y seguir con su vida perfecta y pasa de ser un Médico destacado a un paciente que tiene que esperar su turno, que no es tratado dignamente por su doctor, que le mienten en cuanto al diagnostico, etc., cae en cuenta de lo terrible que es el trato del médico al paciente, y las circunstancias que vive un paciente que sufre de depresión, que vive al día con su enfermedad y con una esperanza de vida que el médico tajantemente rompe sin importar el estado emocional de este. Vivir en carne propia esta situación le hace reflexionar sobre el cuidado del paciente y la importancia de la comunicación entre el equipo multidisciplinario de Salud; a poco de tener a la muerte en su puerta, Jack se recupera de una manera satisfactoria y lucha por las creencias y vivencias que le hicieron valorar tanto su vida como la vida de un paciente.<br />
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</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD">Esta película nos deja la reflexión de cómo el profesional de la salud influye y es responsable de la recuperación del paciente; del cargo que ocupa el enfermero o médico al momento de tener en sus manos la vida de una persona que confía en él sin objeción alguna. De cómo en cada momento nos debemos regir por nuestro código de ética para brindar un servicio impecable y obtener resultados favorables. De cómo ser “humanos” en todos los sentidos y preguntarnos sobre la calidad de vida que estamos ofreciendo a nuestros pacientes y a nuestras familias.</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD">En los hospitales se vive a diario la falta de atención personalizada como quisiera el paciente, y aunque sean privados, se ven las carencias y el casi nulo involucramiento emocional entre paciente-medico, la negligencia, los tramites largos y consecutivos que un paciente con una enfermedad casi terminal tiene que esperar para poder ser atendido, porque en este servicio, no dan preferencia por la edad, profesión, genero, status, todos y cada uno de los pacientes tienen que esperar largas y angustiantes horas, días, momentos… que les roban tiempo para aprovechar y disfrutar pequeños detalles e instantes de su valiosa y quién sabe si de su corta vida.</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD">Porque uno nunca sabe cuándo pueden cambiarse los papeles y tocarte vivir lo inesperado y te verás obligado a tomar de tu propia medicina. (Nunca mejor dicho). </span>Algo que me ha encantado de la película es el convertir a los futuros médicos en pacientes. Y no sólo médicos, sino también el resto del personal sanitario. Me parece muy buena idea ponerse en el lugar de los mismos, y qué mejor forma que ingresar una semana en el hospital para vivirlo desde dentro, aunque desde fuera la situación pueda parecer un tanto histriónica, porque por un lado el coste económico de esta práctica podría ser elevado por lo que aparentemente tiene de innecesario, sin embargo a la larga, creo que este coste podría ser directamente proporcional a un beneficioso aumento del bienestar del enfermo y de la relación entre paciente y personal sanitario, que hoy por desgracia es bastante impersonal y objetiva, tal como nos muestra <st1:personname productid="la película. Y" w:st="on">la película. Y</st1:personname> aunque el sistema no sea el mismo en todos los países, en España es ciertamente bastante parecido al que se nos muestra en el filme.</div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD">Otra clave de la película es el papel de June, la enferma con tumor cerebral en grado IV. June le enseña a mostrar empatía y a tratar con respeto a las demás personas pero sobre todo a bajar los brazos para hacerse accesible a las personas que necesitan de él y en especial a las personas que lo aman. También le enseña ser sincero con los pacientes, aunque este es otro tema discutible, pues cada enfermo es un mundo y en este caso es cuando debería intervenir esa confianza y relación algo más estrecha entre facultativo y paciente, para que el primero sepa cómo debe actuar en cada caso, pues las características psicológicas y emocionales de cada paciente hacen que lo que pueda ser beneficioso para uno, pueda ser traumático para otro.</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES-TRAD">Sin duda alguna la película intenta, y creo que consigue, dar una lección moral sobre la humanidad que el sistema sanitario debería tener y de la que carece. Los recursos para identificarte con el protagonista y vivir su euforia y despreocupación iniciales e ir evolucionando junto a él hacia la comprensión de la verdadera gravedad de una enfermedad y hacia la solidaridad y comprensión humana están muy logrados. Sin embargo cabe preguntarse hasta que punto un médico puede soportar el sentirse plenamente afectado por cada paciente al que trata ¿Se le puede pedir a un simple ser humano que cargue con la presión de las desgracias de miles de pacientes? El tema es mucho más complicado de lo que se presenta y me pregunto si la clave no estará precisamente en el equilibrio entre un extremo y otro. MPF</span></div></div>Pablo Bonal Pitzhttp://www.blogger.com/profile/01100450775344291738noreply@blogger.com0