La película nos plantea a un individuo que roza la maldad. Es cruel en el trato con sus pacientes, desprecia a sus compañeros, mal marido, padre ausente… Su condición de médico no lo hace ser así, es la personalidad del individuo… Dudo mucho que de haber sido policía, bombero o camarero esta persona hubiera sido mejor o peor de lo que es…
La película nos plantea a este cirujano como prototipo del médico. Sin embargo, cualquier persona que haya estado en un hospital sabe que este tipo de personas no es algo que abunde… Es más, cualquiera conocerá personas similares a esta y muchos no serán médicos, otros sí, porque en medicina, como en todos sitios hay personas agradables y personas que no lo son. Por ello, es un error, pretender que este personaje representa a la profesión médica. Respecto a la película, he de decir que me ha parecido lenta, se pierde mucho en diálogos pretendidamente profundos, aburre y resulta predecible al máximo, a la vez que inconsecuente… (¿no hay dinero para hacer RNM pero se puede ingresar a 5 o 6 alumnos y realizarles pruebas sin ningún problema?).
Sin embargo, no por esto voy a negar que muchas de las situaciones que nos muestra la película son reales, aunque es un error plantearlas así.
En la mayoría de los casos, las situaciones en las que el paciente es dado de lado no se producen porque el médico de turno sea malvado o una mala persona, sino simplemente por descuido, olvido o falta de empatía… Y por supuesto no es una situación que afecte sólo al personal médico… sino que afecta a todo sector sanitario (enfermeras, auxiliares…) y no sanitario (administrativos, celadores y demás). No disculpo con esto estas actuaciones, pero entiendo que al contrario que lo que aparece en la película, en la sanidad se trabaja de forma intersectorial y esta responsabilidad corresponde a los distintos profesionales que trabajan en la salud.
Todo profesional que trabaja con seres humanos tiende a mecanizar su labor, en parte por costumbres y en parte porque el sistema actual exige eficiencia y eficacia y el modo de hacerlo está reñido con el mantenimiento de una mejor relación médico-paciente (tiempo de consulta, trabajo administrativo...).
Debemos tener siempre presentes que trabajamos con seres humanos, y aplicar siempre la máxima más evidente “Trata a los demás como deseas que te traten a ti”. De hecho es algo que conforme pasa el tiempo en nuestra profesión y en muchas otras se va olvidando y no está de más recordarlo.
No debemos equivocarnos y pensar que el ser un médico con gran pericia y conocimientos esté reñido con tener un buen trato con el paciente. Por lo que al igual que buscamos mejorar nuestros conocimientos y actualizarnos constantemente, debemos tener en cuenta que la relación con nuestro paciente es un atributo más de la profesión médica en el que también deberemos mejorar y perfeccionar. JSS
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