Un médico no sólo trata y cura, sino que también ayuda, comprende y apoya

El Dr. Mackee, brillante y exitoso cirujano, goza de gran habilidad en la técnica quirúrgica pero su habilidad de empatizar, de comprender a los pacientes deja mucho que desear. Menosprecia a los pacientes, les falta al respeto, en definitiva, su actitud se puede resumir perfectamente en la frase que dice: “es peligroso encariñarse demasiado con los pacientes, no conviene volcarse demasiado”.
Además se muestra alejado de su familia, pasa todo el día trabajando y casi no ve a su mujer y a su hijo. La relación con su hijo es prácticamente nula, esto se puede observar cuando la madre dice que salude al padre y el niño coge el teléfono porque no pensaba que él pudiera estar en casa.
Al Dr. Mackee le diagnostican un tumor maligno de laringe y pasa de ser médico a ser paciente, cosa que no lleva muy bien. Tiene miedo, no lo acepta, además la otorrino que le trata tiene un comportamiento similar con sus pacientes al que él tenía con los suyos, lo cual le hace darse cuenta de sus errores.
Este trato, hace que cambie completamente su perspectiva, su forma de tratar a los pacientes, esto se observa cuando un cirujano de su equipo le habla de un paciente terminal y él le recrimina que trate así al paciente y le dice que los pacientes tienen nombre y no se merecen que los traten así.
En el entorno del hospital conoce a June, una chica con un tumor cerebral cuya fortaleza y espíritu poco comunes se convierten en catalizadores para su propia recuperación y para comprender que un médico debe conocer primero el corazón antes de operarlo.
Así, gracias a todo esto, surge un cambio radical en su forma de tratar a los pacientes, se observa cuando esta hablando con un paciente al que va a transplantar de corazón, al cual aconseja, escucha y respeta. Aquí aparece un cambio en su mentalidad, la cual inculcaba a sus alumnos, “entras lo arreglas y sales”.
Además, debido a que su tumor no responde a la radioterapia, debe operarse y para ello elige a un otorrino del que siempre se había burlado, se disculpa y le pide que le opere, ya que la otorrino que lo llevaba antes no tenía un trato adecuado con él, por lo que le dice que no tiene idea de cómo se siente y le advierte que todo médico se convierte en paciente y sufrirá como él está sufriendo ahora.
La película termina con un cambio total de comportamiento del Dr. Mackee con sus pacientes, cómo él dice hay que retirar el brazo que te impide ponerte al lado del paciente, y eso es lo que intenta inculcar a sus alumnos y para ello, los ingresa para que experimenten lo que se siente al ser paciente.
La película es una crítica hacia el comportamiento de algunos profesionales sanitarios, los cuales se olvidan del paciente (lo principal) y sólo se centran en solucionar la patología, lo que proporciona una gran tasa de éxito en el ámbito técnico, pero un deficiente trato humano con el paciente, una baja satisfacción por parte del paciente, porque no debemos olvidar que un médico no sólo trata y cura, sino que también ayuda, comprende y apoya. Esa es la verdadera importancia del médico porque pueden fabricarse maquinas que sepan diagnosticar y tratar mejor que una persona, pero ninguna maquina sustituirá la comprensión, la ayuda, el apoyo que supone que un médico se preocupe por su paciente, que se ponga en su lugar, para tratarlo de la mejor manera posible. Francisco Javier Barrionuevo Sánchez.

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