La película se centra en la figura del doctor Mac
Kee, prestigioso cirujano que pasa, al ser diagnosticado de una grave
enfermedad, de cirujano soberbio que apenas le da importancia al cuidado del
paciente y de preocuparse en tratarlo como una persona, a un paciente más
dentro de un sistema sanitario que él ha creado y en el cual no tiene en cuenta
un gran factor en la curación de sus pacientes, la “persona” en su totalidad.
Esto le hace ver las cosas desde un punto de vista diferente, desde el punto de
vista del paciente, y hace que cambie gran cantidad de pensamientos, no solo
sobre su trabajo, sino también sobre su familia, familia a la que tiene
abandonada. Se da cuenta de que el sistema no es tan eficaz como él creía y que
ha de cambiar muchas cosas. En este proceso de cambio destaca la figura de
June, paciente que la hace ver las cosas desde un punto de vista más humano. Me
parece extraordinaria la frase del doctor Mac Kee, al final de la película,
cuando dice que aprendamos que los pacientes tienen nombre y nos confían sus
vidas para ayudarles a seguir para delante.
Película que se ha de poner a los estudiantes de 1º
de medicina, y a algunos médicos en ejercicio, para aprender algo realmente
importante en la actividad sanitaria, la buena relación médico-paciente, cómo
tratar a un paciente en su totalidad y no sólo centrarnos en que es una
enfermedad. Película que te hace ver que para ser un buen médico hace falta
algo más que tener grandes conocimientos sobre medicina, ser mejor persona.
Gran película la que nos ha aconsejado el doctor
Bonal, espero que me sirva de lección y que no tenga el gran error de tratar a
los pacientes como enfermedades, sino como personas en su totalidad. Ser un
buen médico conlleva tener grandes conocimientos sobre medicina, pero sobre
todo ser mejor persona.
Estudiante de 6º de medicina.
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