A veces
durante estos 6 años de carrera he echado de menos algo más de educación
médica. Es decir, que se nos enseñe de alguna manera a crear nuestros propios
valores y razonamientos que nos hagan enfrentarnos a las situaciones difíciles
de la vida diaria. Pienso que las películas son un material excelente para
estos fines, además si se nos manda verla como trabajo extra para casa nos
servirá como disfrute personal y una manera de relajarnos, frente a tantas
horas de biblioteca y tardes con libros y apuntes.
Esta
película invita a la reflexión en numerosos aspectos siendo el tema central la
relación médico paciente, además de la vida de los médicos aparte del lugar de
trabajo, y las relaciones con la familia, los compañeros de trabajo y sobre
todo, de cómo nos relacionamos con la muerte
Sobre
la relación con los enfermos:
Quisiera
destacar que, es curioso como este personaje, al igual que muchos médicos, no
conoce realmente el día a día de los enfermos a los que trata. Pienso que esto
es muy común porque si un médico se pone enfermo suele hacer consultas “de
pasillo” a otros compañeros, sin sufrir los tiempos de esperas, la frialdad en
la que a veces se cae en el trato y la ausencia de la percepción de que la
persona que acude a nosotros lo hace porque esta enferma y sobre todo, tiene
miedo. Creo que el Dr. Jack MacKee realmente no era mala persona como sin duda
habrán pensado muchos, sino que vivía en una especie de “burbuja” a la que
antes me he referido. Y en su caso es más duro darse cuenta de que son los
médicos que él conoce y a los que se parece le den este trato tan
incómodo. Pienso a veces a los médicos
se nos olvida la importancia de lo que significa el sentirse enfermo. No
debemos esperar a tener una enfermedad grave para que nos cambie la mente como
pasa en la película o a conocer a gente enferma. Hemos de cambiarla mentalidad
desde ya, para poder practicar la mejor medicina que esté en nuestras manos.
Sobre
la relación con la muerte:
Trabajamos
con ella todos los días y de esa forma ocurre un efecto paradójico: nos
acostumbramos a ella, la vemos natural y por ello muchas veces nos alejamos de
lo que verdaderamente implica. Se ve todo muy diferente cuando lo que pende de
un hilo es la propia vida. Es llamativa su fase de negación y de rabia respecto
a su enfermedad, porque él es una persona que desde mi opinión se niega a reconocer que tiene miedo. La relación que
tiene con la muerte su amiga June Ellis es lo que le hace reaccionar. Vuelvo a
decir como en el caso anterior; es importante comprender cómo nuestros
pacientes viven la proximidad de muerte y cómo se relacionan con ella.
Sobre
el cirujano:
Yo me quiero
dedicar a la cirugía y pienso que un cirujano tiene que ser frío y distanciarse
emocionalmente porque si no ciertos aspectos de este trabajo no podrían
realizarse. Me remito a un ejemplo práctico: si te llega una persona en
urgencias con el cuello sangrándole por un degüello accidental, debemos
conservar la calma, distanciarnos emocionalmente de la situación y proceder a
encontrar las arterias importantes que están sangrando para clamparlas y así
salvar la vida de esta persona. Para llegar a este estado es importante pensar
que “el cuello que está sangrando no es el mío” y así nos disminuirá nuestra
propia frecuencia cardiaca. Muchos
pensarán que esto no es muy noble, pero yo creo que el distanciamiento
emocional del paciente y el cirujano es cuanto menos, imprescindible. Sin embargo
en este punto hay mucha gente que lo entiende mal: esto sólo ha de producirse
en el quirófano y en las urgencias como en el caso anterior. El resto del
tiempo, que es la consulta, la planta y por supuesto el día a día, ha de ser
todo lo contrario, pues para hacer una buena cirugía es igual de importante
(sino más) ser un buen médico. Es imprescindible aliviar el dolor y la
enfermedad y para ello hemos de pensar en las emociones de nuestros pacientes. Así mismo lograr que confíen en nosotros para que disminuya
su miedo y proporcionarle la información necesaria para hacer más llevadero ese
trance
Propongo
a la facultad la introducción de películas de este tipo intercaladas con los
contenidos de las diversas materias para favorecer nuestro crecimiento ético a
la vez que nuestros conocimientos técnicos.
MARÍA JOSÉ BONOMI BARBY
6º MEDICINA, HOSPITAL DE VALME
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