Se limita a tratar la parte del cuerpo que parece enferma, pero sin el abordaje psicológico ni social, su intervención no es completa

La película trata uno de los grandes males que afectan a la profesión médica: la falta de humildad y el endiosamiento. Se nos presenta a un profesional que incumple la deontología médica de una forma velada y sin ningún tipo de reparo. Aprovecha el estatus social que le confiere el ser médico para engrandecer su ego, y ya de paso, alcanzar una suma de dividendos bastante respetable.

El doctor, en ningún momento piensa en el paciente en todas sus dimensiones e intenta minimizar en todo momento la dolencia del paciente. Negar el auxilio al necesitado es una actitud incompatible del todo con un profesional del área sanitaria. Se limita a tratar la parte del cuerpo que parece enferma, pero sin el abordaje psicológico ni social, su intervención no es completa. En la película, el protagonista tiene la oportunidad de ver de primera mano que el trato que el dispensaba, no era para nada el idóneo, cosa que le haría cambiar la actitud. Por desgracia, en la vida real, los médicos no van a tener siempre esta experiencia que podría marcarles casi como una epifanía moral. Bien es cierto, que no todos los médicos son así ni mucho menos.

Hay un gran número de profesionales que se preocupan por el estado global del paciente (el famoso, pero no menos  cierto, bienestar biopsicosocial), que prestan ayuda siempre que sepan que va a ir en beneficio del paciente. No creo que sea cuestión de amar la profesión o la especialidad, lo cual también considero importante, sino de ser humano. El médico debe tener humanidad, ser sociable…es decir tener una serie de habilidades, que por supuesto también ira formando en el transcurso de su carrera profesional, pero que nunca deben ser apeadas a un segundo nivel, como por ejemplo detrás del conocimiento.

¿Quiere decir esto que no hay médicos con falta de valores? Por supuesto. Y por ello creo que esta película es una buena forma de criticar este mal que está presente en nuestras consultas mas de lo que sería deseable. Pienso que igual que exigimos que se nos recete el antibiótico adecuado para superar con éxito una infección, también se nos debería dar el trato necesario para alcanzar ese ansiado bienestar físico, psíquico y social. Sergio Postigo Cruz. Estudiante 6º Medicina HUV Valme. Curso 2011/2012.

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