Los pacientes son pacientes con nombres y apellidos, y no como a veces se hace referencia a ellos mencionando su patología o su número de habitación

Jack Mac Kee es un cirujano que de repente un día es diagnosticado de cáncer. Es en ese momento cuando descubre la relación médico-paciente pero desde la perspectiva opuesta. Cae en la cuenta que los enfermos son personas confiadas al médico, que a ellos entregan su cuerpo para que sea sanado y que determinadas actuaciones por parte de los mismos, los hace sentirse indefensos y descobijados. Hace particularmente hincapié al final de la película en enseñar a sus alumnos que los pacientes son pacientes con nombres y apellidos, y no como a veces se hace referencia a ellos mencionando su patología o su número de habitación. Ojalá que cada vez los médicos seamos mejores personas y no necesitemos llegar a este punto para tratar a nuestros pacientes con empatía y compasión que es lo que más necesitan.

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