“EL DOCTOR”: El paciente, antes que enfermo, es persona

En esta película se ponen de manifiesto los diferentes roles que toman los personajes en la relación médico-enfermo. De tal manera que el papel del Dr Jack Mac Kee, representa a un médico que se dedica sólo y exclusivamente a la cirugía, a “arreglar” al paciente, sin tener nunca en cuenta que éste, antes que enfermo, es persona y como tal, siente. Es una persona fría, sin ningún tipo de empatía, que no quiere escucharlos, sólo curarlos. Por otro lado se ven médicos, compañeros de éste, que por presentar cierta comprensión hacia sus pacientes son despreciados por médicos como el Dr. Mac Kee. La película también deja entrever  el poder de los sanitarios dentro del sistema, ya que ante cualquier problema esperan un trato, cuanto menos, preferente, y no entienden los casos en los que las cosas no funcionan así.

En el caso de los pacientes, éstos demandantes del conocimiento médico, esperan, ante todo curación, pero siempre con un trato humano, que en muchas ocasiones su médico no presenta. Ante estas situaciones se sienten indignados, humillados, y desprotegidos, pero aún así, la mayoría se conforman y aguantan, creyendo que será lo mejor.

Pero todo esto puede cambiar en el caso en el que un médico “prepotente y con aires de grandiosidad” enferma, y entra en una relación médico-enfermo, donde él es el paciente, y ve desde dentro cual es la realidad del sistema sanitario. Cómo puede indignar el que no te comprendan, en el que el médico actúe como una máquina diseñada para intervenir, sin sentimientos, ni miramientos en la forma de informar sobre la enfermedad, hablan con total normalidad sobre patologías, totalmente comunes y ajenas para el médico, pero que son padecidas  finalmente por el paciente. Es entonces cuando te das cuenta que a la hora de elegir un profesional sanitario, acudirás al más “humano”, al más empático. Que como paciente, tienes nombre y apellidos, familia, emociones, sentimientos e incluso proyectos, que nadie, ni siquiera un médico puede arrebatarte.

Por ello, aunque nuestro objetivo sea ser médico, nunca debemos olvidar que tenemos el potencial tanto para curar como de enfermar, y que debemos de tratar al paciente como nos gustaría que nos trataran a nosotros en la misma situación. Sin ignorar la idea que tratamos con personas, que solicitan de nuestros conocimientos porque padecen una enfermedad, y que como mínimo debemos ser empáticos.

1 comentario:

Johe Luís Rueda Vanstrahlen dijo...

Interesante escrito del que comparto su opinión. El Médico debe a sus pacientes lealtad, respeto, trato digno. Su meta ha de ser el paciente de manera integral y su salud ha de anteponerse a cualquier otra conveniencia. Te invito a leer mi publicación: "Ojo clínico": El "Arte de escuchar" al paciente http://www.consultatorio.blogspot.com/2012_09_01_archive.html Saludos y éxitos!